Hoy en día es muy común ver hogares con mascotas y niños. Es muy probable que nuestra mascota, se encuentre en casa antes que la llegada del bebé. La convivencia entre mascotas y bebes puede ser beneficiosa para ambos. Pero, hay que tener en cuenta una serie de indicaciones previas.

Antes que nazca el bebé, debemos ir preparando a nuestra mascota para la convivencia con él. Ya que el animal, puede sentir celos de él. Nuestra mascota no debe notar el cambio brusco que sea vecina. Es muy importante, que alguien de la casa se preocupe más de los cuidados de la mascota. Esta persona normalmente deberá ser alguien que no sea la madre. Ya que la esta estará más tiempo con el bebé.

Debemos tener en cuenta que, si nuestro perro o gato duerme en la misma habitación que nosotros, debemos acostumbrarlo a que su dormitorio esté en otro lugar. Puesto que el bebe dormirá en nuestra habitación y la mascota, puede sentirse desplazada.

Por lo tanto, debemos evitar en la medida de lo posible, que la mascota sienta desplazada. Que no perciba que no tiene el cariño que tenía hasta ahora.

¿Qué sucede cuando ya está el bebé en casa?

Es conveniente que por ejemplo el padre lleve alguna prenda del bebé.  De esta manera la mascota se va ir acostumbrando a su olor. Así, podría acercarse al bebé y a la mascota a la vez.

También es posible, que el animal comience a oler al bebe. Eso sí, con mucho cuidado. De esta forma la mascota ir acostumbrándose al nuevo miembro de la familia. Aceptándolo. Es un paso más en la convivencia entre mascotas y bebes.

¿Qué ocurre cuando el niño va creciendo?

Conforme el niño comienza a crecer, empezará a interactuar con la mascota. Es ahora cuando realmente comienza la convivencia entre mascotas y bebes. En muchas ocasiones querrá jugar con ella, intentando perseguirla, subirse encima, tirarle, o pellizcarle.  Por lo que, hay que tener cuidado de la reacción que la mascota pueda tener para defenderse.

Muchas incidentes, mordeduras o arañazos pueden evitarse si la mascota y el bebé se respetan. Aunque, normalmente el grado de aceptación por parte de la mascota suele ser muy alto. Cuando la interacción entre ambos es mayor, cobra mayor importancia la desparasitación de la mascota. Ya que el bebé o el niño, podría tocar excrementos y secreciones de ella. Por ello, como medida preventiva muy importante que nuestra mascota esté desparasitada. Además de vacunas correspondientes.

Por otro lado, debemos tener en cuenta, y especial cuidado con el comedero y bebedero de nuestro animal. Dejarlos en la medida de lo posible fuera del alcance de los niños. Ya que cuando nuestro hijo empiece a andar o a gatear pueden cogerlos y transmitirle parásitos o enfermedad (aunque es poco probable). Debemos también tener en cuenta que necesitamos una buena higiene de todos los accesorios de nuestra mascota.

¿Qué sucede si nuestra mascota no soporta al niño?

Como norma general las mascotas más comunes, como perros y gatos, Se acostumbrarán rápidamente a las atenciones del niño. Incluso llegando a protegerlos o cuidarlos, cosa que es muy habitual. Conforme pasa el tiempo la mascota va entendiendo cuál es su rol en la familia.

No obstante, En otras ocasiones los perros pueden mostrarse de forma hostil con nuestro hijo. En ese caso, debemos tomar medidas más drásticas. Como mantenerlos fuera del alcance de los niños.  Aunque, lo más conveniente acudir a un especialista, que nos guíe en su comportamiento y mejore la convivencia entre mascotas y bebes.

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